martes, 30 de marzo de 2010

Carta de despedida de Melibea a sus padres antes de tirarse de la torre

El ejercicio consiste en una recreación libre de la carta de despedida de Melibea antes de tirarse de la torre. Los alumnos han tenido solamante la información que pueden obtener de dos o tres horas de clase en contacto con la teoría de La Celestina y algunos fragmentos del libro.
Padre, madre...Os escribo esta carta porque quiero dejar constancia de lo que he hecho durante un tiempo. Conocí a un hombre, Calixto se llamaba, al principio no quería nada con él aunque estaba locamente enamorado de mí. Después de que una vieja alcahueta me visitara durante varias veces, me convenció de tener una primera cita con él donde lo conocí y vi que era un hombre muy poco maduro con algunos aspectos poco cordiales y un vocabulario que no correspondía a una persona de alto linaje; terminé locamente enamorada de él.
Comencé a verme con él todas las noches en el huerto, donde perdí mi virginidad. Celestina, la vieja alcahueta, murió al igual que mi amado. En la última noche que nos vimos en el huerto, escuchó un sonido en la calle y escaló la pared de piedra que hay en la entrada para ver qué le estaba ocurriendo a sus criados. En esta escalada por la pared se le escurrió uno de sus pies y cayó al suelo esparciendo sus sesos por todo el suelo. Murió. Os pido que me perdonéis por lo que voy a hacer pero no puedo estar en este mundo ni un minuto más sin él. He decidido tirarme de la torre. Espero que me comprendáis, esta es la razón por la que lo voy a hacer y esta es mi confesión antes de morir.
Araceli Caballero3º A

Padre, quería decirle que esta vida es muy injusta para todos, sobre todo para usted.
Me he dado cuenta de cómo ha luchado todos estos años por mí, por tener una hija buena, educada responsable y con muy buenos modales. Pero al contrario, padre, no ha tenido eso; yo, su hija, ha sido rebelde, ha perdido la virginidad, ha hecho locuras pero le puedo asegurar padre que todo ha sido por amor puro. Yo sé que no le gustaba mi amado Calisto, no lo veía bueno para mí, pero padre, créame, lo ha sido, me ha mostrado la vida, me la ha postrado ante mis ojos, y yo padre, aunque sé que no es bastante bueno para usted, se lo debo, le debo mi vida, padre. Él se mató por defender a sus criados y yo me mataré porque sin él no soy nada. Lo siento padre por no ser, o haber sido, la hija perfecta, pero he aprendido que un padre tan honesto como usted solo lo he tenido yo…
Desirée Cruz 3º A

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