Tal día como hoy, 25 de Noviembre, nosotras, las madres del futuro, las mujeres del mundo, queremos denunciar la violencia que está a la orden del día.
Queremos ser respetadas y poder hablar cuando nos venga en gana, queremos poder salir a la calle y gritar que por ser mujeres, no dejamos de ser iguales a todos los hombres.
Deseamos tener un trabajo digno, poder estudiar y hacer de nuestra vida lo que nosotras decidamos.
Porque ser mujer es algo único, poder crear un ser dentro de ti, conocer los secretos más encerrados de tu cuerpo...
Para que en un futuro, nuestras hijas puedan ser mujeres dignas, mujeres que no tengan que depender de un hombre, que puedan vivir libremente su vida.
El hombre que agrede física o psicológicamente a una mujer, no es un hombre, no... ¡ES UN ANIMAL!
¿Para qué nos dieron la inteligencia y la razón? No es necesario pegar, es necesario hablar, cosa que ya no se hace.
Hombres del mundo, daos cuenta de que las mujeres no están para serviros, que no somos objeto de nadie, que queremos ser libres. Daos cuenta de que queremos maquillarnos, vestirnos como queramos, poder tener nuestras ideas.
El día que la mujer pueda opinar a su gusto sin recibir golpes ni insultos, el día que podamos caminar sin estar cabizbajas, el día que no tengamos que ser siervas de un hombre, el día que un hombre no se crea superior a nosotras, que sea consciente de que ambos somos iguales, ese día, se nos podrá llamar MUJERES.
Azahara Hens
Manifiesto de los hombres:
Nosotros, los hombres del mundo entero, en primer lugar, pedimos perdón por lo que está pasando. Lo sentimos mucho.
Vamos a hacer todo lo posible por nuestra parte para erradicar la violencia de género, lo cual consideramos un acto inhumano. Para ello, nos comprometemos a tratar a todos por igual, ya sea mujer u hombre.
Por consiguiente, prometemos respetar más a las mujeres, quererlas y amarlas, y tratarlas como a iguales, y bajo ningún pretexto golpearlas ni ejercer sobre ellas ningún tipo de maltrato psicológico. No nos creeremos mejores que ellas, ni con derecho a dirigir su vida. Esto será algo que evitaremos cueste lo que cueste, pues es ahí donde se crea el problema.
Por último, intentaremos eliminar las diferencias sociales que existen entre hombres y mujeres, siendo estas las verdaderas causas de la violencia, el comienzo de todo lo demás.
He aquí nuestro compromiso, el cual cumpliremos para eliminar por fin de todo el mundo la violencia de género.
Rafa Leal